La monarquía II
Instituciones monárquicas
Parece ser que hubo tres instituciones que organizaban la vida política en al
Roma primitiva: el rey, el Senado y el populus.
El Senado
Era una asamblea o consejo de ancianos constituida por los jefes (patres)
de las principales familias de la ciudad; por tanto, todos los senadores eran
patricios.
Su función era aconsejar al monarca y se reunía a petición del rey. Sus
decisiones no eran vinculantes, es decir, el monarca no estaba obligado a
obedecer las resoluciones. Sin embargo, el rey y el populus reconocían la autoridad de los senadores.
Parece ser que, al principio, componían el Senado 100 miembros designados
por el rey. Más tarde, se amplió su número a 200 senadores y poco después, a
300. Se mantuvo en este número hasta casi el final de la República.
A la muerte del rey, y solo durante el interregno, todas las atribuciones
del monarca pasaban al Senado.
El populus
Constituían el populus solo los
patricios, es decir, los descendientes de las primeras familias que habitaron
la ciudad. Eran los ciudadanos y los
únicos que disfrutaban de la plenitud de derechos. El populus tuvo un papel muy importante en el desarrollo
constitucional de Roma y poco a poco fue asumiendo la función legislativa.
Se cree que, en los inicios de la monarquía, el populus estaba dividido en tres tribus: los latinos, los sabinos y
los etruscos.
Cada tribu se divió en diez curias (conjunto de ciudadanos).
Para el reclutamiento de soldados, cada curia debía proporcionar 100
soldados de infantería (centuria) y los etruscos.
Cada tribu se dividió en diez curias (conjunto de ciudadanos).
Para el reclutamiento de soldados, cada curia debía proporcionar 100
soldados de infantería (centuria) y 10 jinetes a caballo (decuria).
1.
¿Cuáles eran las funciones del Senado en
la monarquía romana?
2.
¿Cómo se reclutaban los soldados para el
ejército a partir de las tribus?
3.
¿Qué diferencias había entre el Senado y populus?
Las clases sociales
Desde los primeros tiempos hubo una clara división de clases en la sociedad
romana. Por un lado, estaba el populus
y por otro, los plebeyos, los clientes y los libertos. Finalmente, estaban los
esclavos, que carecían de libertad.
Los patricios
Eran los descendientes de los primeros habitantes
de la ciudad y formaban el populus.
Se denominaban ciudadanos, es decir, poseedores de la ciudadanía, que les
otorgaba todos los derechos civiles, como el derecho a participar en las
curias, a votar, a acceder al Senado, a ser elegidos para los cargos políticos
y a tener propiedades.
Los plebeyos
Estaban considerados como hombres libres, pero sin
la condición de ciudadanos; por tanto, no tenían derechos civiles y no
participaban en la política. La clase plebeya se dedicaba al cultivo de la
tierra y a organizar actividades profesionales como la artesanía o el comercio.
La plebe se formó poco a poco con los inmigrantes
de los pueblos vecinos que llegaban a Roma para buscar un medio de vida mejor.
Los clientes
Constituían un grupo de personas ligadas
jurídicamente a los patricios. Dependían de un señor (patronus) a quien debían respeto y a cambio recibían el nombre
gentilicio y protección. Solían ser extranjeros llegados a Roma en busca de
bienestar.
Los libertos
Formaban un grupo reducido de personas que,
habiendo sido esclavos, consiguieron la libertad, bien porque la habían comprado,
bien porque se la había otorgado el señor (dominus)
por sus merecimientos.
Los esclavos
Los esclavos habían llegado a esta situación por
ser prisioneros de guerra o por haber nacido de padres esclavos o, siendo
ciudadanos, por haber sido condenados por la justicia a perder los derechos de
ciudadanía y la libertad.
1. ¿Qué diferencias había entre los patricios y los plebeyos?
Lucrecia
Lucrecia es una de las primeras heroínas de la historia de Roma. Esposa de
Junio Bruto, despertó, por su hermosura y piedad, una violenta pasión en Sexto
Tarquinio, hijo del rey etrusco, Tarquinio el Soberbio.
Aprovechando la ausencia de su padre, Sexto envió a guerrear fuera de Roma
a Bruto.
Quebrantando las leyes de la hospitalidad, Sexto quiso forzar a Lucrecia al
adulterio mediante amenazas: si Lucrecia no cedía, mataría a un esclavo, lo
acostaría desnudo al lado de ella y simularía después haber vengado el honor de
su marido.
“Esta amenaza afrentosa dio al lastre con su inocencia, por otra parte, inquebrantable”
Tito Livio.
Al día siguiente, relató desesperada lo ocurrido ante su padre y su esposo.
“Pero – dijo – solo mi cuerpo está mancillado; mi alma es pura. Mi muerte lo
atestiguará”. Dicho esto, se hundió un puñal en el corazón.
Este acto heroico animó a los romanos, cansados del despotismo del rey, a
la sublevación que derrocó la monarquía etrusca.
1.
¿Quién era Lucrecia? ¿Qué le sucedió? ¿Por
qué se quitó la vida?
2.
¿Te parece creíble que este hecho fuera la
causa del levantamiento de los romanos contra el último rey etrusco? Justifícalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario